Se ha instalado en la casa de más abajo, con otras personas y con sus perros. Hoy ha salido con uno de ellos, un chucho corpulento que recuerda a la reina de las termitas, al monte. Eran las doce menos cuarto. Le he visto de vuelta a las doce y media. Yo estaba recogiendo hojas secas y me ha decepcionado. Ni madruga ni aguanta el calor. Pero sí que lleva medias casi más blancas que sus piernas y parece mantener un coloquio, un interesante coloquio, con su perro favorito.
-Oiga, señor, yo he subido a su Ben Nevis. Haga el favor de ascender a una de las cimas de los alrededores.
No confío en este británico septuagenario y que probablemente no es británico: no me hará caso. Cada mañana se asomará a este camino o a otros para regresar tras la primera revuelta. Este individuo mantiene relaciones paradójicas con su arquetipo. Se acerca y se aleja del mismo, hace la goma. Por eso, en justa simetría, no sube nada.
Jonás Jalisco, Cada uno con su arquetipo, Viana, Ediciones Barrer los Huesos, 2009.
-Oiga, señor, yo he subido a su Ben Nevis. Haga el favor de ascender a una de las cimas de los alrededores.
No confío en este británico septuagenario y que probablemente no es británico: no me hará caso. Cada mañana se asomará a este camino o a otros para regresar tras la primera revuelta. Este individuo mantiene relaciones paradójicas con su arquetipo. Se acerca y se aleja del mismo, hace la goma. Por eso, en justa simetría, no sube nada.
Jonás Jalisco, Cada uno con su arquetipo, Viana, Ediciones Barrer los Huesos, 2009.
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