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jueves, mayo 31, 2007

Reunión de trabajo

Hoy no hay entrada. En las reuniones de trabajo todo se va en fricción o, si armónicas, no parecen de trabajo. Es decir, entendemos el trabajo real -con muy bien criterio- como de rendimiento siempre por debajo del ideal, como una máquina de vapor, como cuando echamos humo.

miércoles, mayo 30, 2007

Mapas rosas

Estratega de café, su diplomacia secreta de alcance sublime (esto último parecería un alejandrino, pero el punteado simétrico de sus cuatro acentos nos hace pensar en un telégrafo criptológico y periclitado) se derrama en volatiles inscripciones por las servilletas de papel.
Sus mapas crecen, pero su cartografía nos recuerda el eterno e involuntario scherzo de quien desearía (y así lo finge) estar en posesión del mayor y más pueril de los secretos.
Su imbecilidad merecería un ministerio o la más afilada de las embajadas. O el retiro del eremita consultor que, una vez más, sabe fingir que está en el secreto de las potencias y de los más grandes juegos.
Se va del bar con sus cartas quinadas y sus planes que la astucia de la razón sigue ocultando que hace ya mucho que se pusieron en marcha.

martes, mayo 29, 2007

Los dúos son cosa de tres

Recordamos aquel título que publicó precisamente Alianza y que entretenía los ocios de los sociólogos a la middletown, Dos contra uno: teoría de coaliciones en las tríadas de Theodore Caplow y que parecía al curioso e impertinente lector de títulos y contraportadas sutilmente atinado en su triangulación.
De los pactos de que se habla estos días, bien puede afirmarse que se hacen posibles (o que se hacen posibles virtualmente) por el hecho de que hay más de dos partes en el juego, truismo que puede parecer perogrullesco que quizá no lo sea tanto. Porque la coalición o el pacto no es resultado de algo así como el buen rollo universal o regional, sino consecuencia de que al conflicto puede dársele razonablemente curso mediante alianzas más o menos duraderas y puede que mejor curso si razonablemente provisionales. Es decir, estamos ante algo tan “natural” como que el conflicto político entre partes que se reconocen mutuamente como tales se soluciona -o se conlleva- mal que bien (y de modo más que muy natural, muy lógico) mediante un sistema de coaliciones móviles.
Los pactos (que no son buen rollo, ya decimos) no son el peor modo que tienen los conflictos y otros líos de desenroscarse. Por ello, es absurdo negarles un lugar. De hecho, la lógica de los hechos ha negado ya el absurdo de las discursos a que asistimos hasta el domingo. Aunque no pocos siguen insistiendo en que los pactos son tenebrosos como tenebroso es todo conciliábulo. Como si su desaparición sólo llevase a situaciones virtuosas y no pactar fuera la más virtuosa de las prácticas. Como si del hecho de que se prohibieran, fuera a seguirse su desaparición.

lunes, mayo 28, 2007

El curriculum

Proponemos que la biografía como disciplina literaria o académica, que las biografías de uno u otro género, se estructuren como los curricula vitae. A ser posible, que los datos vengan en casilleros que pongan a prueba la paciencia del mecanógrafo ocasional y que, desde luego, puedan ser exportados a multitud de formatos.
Aunque, pensándolo bien, sería posible y deseable hacer esto con escritos de todo tipo. Escribimos lo que llamaremos "núcleo". A continuación, podemos pedir a la máquina que lo exporte al formato novela, al formato cuento, tragicomedia, ficha policial, obituario o cantar de gesta. Si algún género no admite el núcleo propuesto la máquina nos lo advertirá cortésmente. En cuanto a idear y escribir núcleos, no habrá que esperar a otra generación de software. Aplicaciones que lleven a cabo esta elemental tarea existen desde hace mucho.

N.B.: Por desgracia , después de obtener lo que se acaba de leer, el archivo que contenía el núcleo al que el programa ha dado formato de entrada en blog se ha borrado y no puedo facilitárselo a los lectores.

domingo, mayo 27, 2007

Entrada vacía

Como el conjunto vacío, que permite el cierre de las operaciones conjuntistas, la entrada vacía nos capacita para completar el rango de las entradas a los blogs. Ahora bien, la entrada vacía es difícil de conseguir y es difícil de señalar. Si es fácil de señalar, vemos que publicarla es nombrar el conjunto vacío, con la palabra conjunto y con toda tranquilidad.
Por otro lado, tanto el conjunto vacío como la entrada vacía cuestan bastante menos esfuerzo que el voto en blanco. Donde, de paso, vemos cómo en materias electorales se llegó en seguida a estas extrañas y asumidas contradicciones tautológicas.

sábado, mayo 26, 2007

Teoría de la sierra

El secreto del aserrado es operar casi al aire, con la ligereza de un violinista que, bien plantado, se eleva y estrecha la cintura, aunque esto último en la tarea que nos ocupa no es ni imprescindible ni, en realidad, recomendable. En otras palabras, el aserrado contradice al rodillo soviético y nos recuerda a un Gustavo Adolfo adecuadamente angulado.
Ligereza y eficacia mecánica, las analogías con el cepillado están disponibles y no convendrá insistir demasiado en esta línea, ni siquiera acompasadamente y de soslayo armónico.
La sierra, por su lado de sierra, aporta el necesario grado de fractalidad para que los ángulos se multipliquen en busca de la mayor atrición de la madera.
En cuanto al resto del aparato teórico, para más doctrina, vayamos a la coreografía de Siete novias para siete hermanos; para sinusoides, a las sabinas que el viento azota.

viernes, mayo 25, 2007

Prerreflexión

Mañana celebramos algo tan irreal como la jornada de reflexión. Algo que se nos dio a entender bajo la imagen de cada uno de los cavilosos ciudadanos especialmente caviloso, el puño sin cerrar en la barbilla.
Si las campañas electorales se basan en el tremendo valor marginal de los escasos votos variables, valor y escaso número que vienen dados por las circunstancias -usualmente prolongadas en el tiempo- y los sistemas electorales, las jornadas de reflexión no tienen otro precio que el de los órganos fósiles, más tardoaptivos que adaptativos o exaptativos.
Mañana, yo no reflexionaré. Por no hacer mudanza. Por no sostenella tampoco. Aunque, pensándolo bien, le daré vueltas a lo de tardoaptivo, porque me parece que he dicho lo contrario de lo que quería decir.

jueves, mayo 24, 2007

Viento Sur

Como se ha dicho, se trata de un estado de ánimo o, con toda probabilidad, de desánimo. Más la tensión revenida del que espera el desenlace, que ha de ser la tormenta que se desencadena.
Y la tormenta, a menudo, falta a su cita. El tópico indica que se trata -acabamos de utilizar la palabra- de una tensión que se queda sin descargar. Con todos los inconvenientes que hacen al caso. El tópico y el encadenamiento de analogías es un sucedáneo de la misma descarga. La psicología es lo que tiene, además de ser, por lo general, barata.
Nos contentaremos con mantener una esperanza de vocación silenciosa. Que de pronto el cielo esté negro y nos haya pillado a todos a resguardo.

miércoles, mayo 23, 2007

Verosimilitud

He recibido por correo electrónico un documento con chistes, males y viejos, sobre un candidato a alcalde. La firma del remitente aparecía completa en el mensaje, lo que puede interpretarse como un rasgo de gallardía o nobleza: no esconde la mano. Las interpretaciones pueden ser generosas.. El documento llevaba también firma, aunque podría ser una falsa atribución. Como, en fin, es posible que la utilización de la cuenta del primero haya sido contra su voluntad, parece aconsejable dejarle en el anonimato.
El candidato a alcalde aparece en los chistes –a veces junto a compañeros suyos de partido- como un vago y un imbécil -entre vagos e imbéciles que no le superan en esto con serlo mucho- y el mecanismo básico de los chistes es el de la hipérbole.
Supongamos que nuestro candidato es tan vago y tan tonto como se dice que es. Dudaríamos entonces de que los chistes lo fueran, de que tuvieran gracia. No tanto porque serían una mofa intolerable (más por lo que se refiere a lo bobo que por lo que se refiere a lo vago), sino porque las situaciones descritas no son realistas. Es decir, podríamos sostener de alguien que es muy vago y entonces deberíamos disponer de un repertorio de anécdotas aceptablemente veraces al respecto, algunas incluso graciosas. Pero tales anécdotas deberían situarse en el reino de lo verosímil. El exceso, cuanto más excesivo, más habría de justificarse. Además, siempre podría irse más allá a la hora de subrayar los vicios, muy adentro del reino de la ficción hecha calumnia.
Así, nuestro hombre –concluimos- nunca protagonizó esos relatos que son los chistes; sin embargo, quien los cuenta o promueve le sitúa como muy capaz de llegar a extremos increíbles. le considera como muy cercano al más disparatado arquetipo de la pereza o de la imbecilidad.
La que nos afecta en este caso -si alguna- es una verosimilitud no de narraciones sino de arquetipos; de tipos, por decirlo más simplemente. A favor de las pasiones de narrador y narratarios, un individuo al que se odia es un individuo al que le conviene, desde el juicio de aquéllos, la cercanía a un tipo o arquetipo literalmente absurdo. Y es este arquetipo extremado el que aparece en una historia. No cuesta demasiado trabajo inferir que la verosimilitud depende, por seguir hablando en geométrico, de las pasiones de cada cuál: El odio o el desdén, como el amor o la admiración exagerada nos llevan a la hipérbole en línea recta.
Por otro lado, recordemos que la verosimilitud no es intuitivamente equivalente a la probabilidad elevada, al menos cuando se comparan las de dos relatos. Al juzgar la verosimilitud nos apoyamos en la completitud, en la exhaustividad descriptiva de los personajes y esta exhaustividad, cuanto más exhaustiva, más improbables los hace.
En el caso de relatos como los protagonizados por nuestro candidato y que nuestro corresponsal parece distribuir, la hipérbole añade improbabilidad, no necesariamente inverosimilitud. Ahora bien, es preciso recalcar que la verosimilitud de los calumniosos sucedidos presentados por los chistecitos de marras es previa a los relatos. Su verosimilitud, como hemos dicho, es la de la cercanía entre individuo y arquetipo. Por lo que, negada la verdad a los sucedidos, sólo queda el insulto y esto es algo que nos muestra cuáles son las pasiones implicadas y a las que se aludía más arriba.

martes, mayo 22, 2007

Footy

Los martes por la tarde toma un café mientras espera que su hija pequeña salga de clase. Siempre en el mismo establecimiento, iluminado por las atroces gestas de EuroSport, al que sólo acude en la tarde de los martes. Hoy, que es martes, a esa hora tocaba fútbol australiano: el estadio no permitía cámaras en posiciones muy elevadas y las perspectivas eran agradable o curiosamente raseadas, lo que -dicho sea de paso- tampoco despertaba un ardiente interés entre los parroquianos y las parroquianas, y lo que -dicho sea también de paso- no era lo que le pasaba a la pelota en sus trayectorias habituales.
Los intercambios entre los jugadores le han parecido extraordinariamente suaves para lo que era su idea de este deporte, esto es, la memoria que guardaba de alguna otra ocasión, no necesariamente de algún otro martes. Es posible también que las tomas lejanas disimulasen de algún modo la contundencia de los contactos. Además, estaba a medias entretenido con unos folios que suele llevar consigo los martes para acabar de leerlos en dos o tres meses de martes. Entre los folios y el fútbol antipodal le ha ido ganando un sopor indigno del café con leche fría (“café con leche con leche fría”, ha corregido el camarero).
Diez minutos antes del final de la clase ha dejado el establecimiento y ha pasado del bochorno interior al bochorno exterior y suavemente implacable, como si quisiera acabar con todos los transeúntes y con todos los practicantes de deportes de contacto.

lunes, mayo 21, 2007

Noticias privilegiadas

Las posiciones de privilegio contaminan a todo lo adyacente. A la Sturm und Drang, todo adolescente es susceptible de considerarse no una, sino la posición de privilegio, esto es, la posición, o incluso la realidad. El genio hecho desodorante o hecho piercing Por eso, lo que le toca es más valioso que lo más lejano.
Tal individuo no se molestará demasiado en viajar o en leer cosas nuevas. Concluiremos, no sé si a la Fichte, que su yo estará en el pasado -nada puede haberle quedado fuera-, no en lo que pueda hacer o dejar de seguir haciendo.
Si estas observaciones se entienden como si perteneciesen a algo así como a la psicología del desarrollo de andar por casa, sólo sería de esperar que la mayoría de los individuos que hubiesen incurrido en tal estado, lo superasen sin más. Sin embargo, es posible que la superación sea falsa: que el individuo se interesase sólo por lo que es capaz de interesarse y que esto sea bien poco. Corolario cuyo sería que en ésas andamos casi todos.

domingo, mayo 20, 2007

El confiado

Hay dos clases de confiados: los que creen que ocupan un lugar privilegiado en el universo y los que no lo creen así. Es difícil saber cuál de los dos es más confiado, más ingenuo, más culpablemente inocente. Aquél cree que los bienes escasos están siempre misteriosamente cerca de su persona sin que lo estén igualmente de los demás. Cree, por ejemplo, que el saber existe y que alguien que está a su lado lo posee -utilicemos esta expresión- y se lo va a comunicar graciosamente.
El confiado de segunda especie habita en un mundo de abundancias que sólo debido a nuestra siempre excesiva suspicacia no reconocemos. De ahí que lo común sea no sólo que a cualquiera que se cruce con otro en su espléndido camino se le comunicará una verdad paradójicamente inaudita o se le ofrecerá una ocasión de riquezas inabarcables. Es que, por pura simetría, a cada cuál le corresponderá tan generoso papel en buena parte de los intercambios, en la mitad de ellos, fluctuaciones arriba, fluctuaciones abajo.
Como digo, no sé qué confiado debe preferirse. El confiado egoísta es precopernicano pero ilusionado. Al final concluye que una confabulación se aprovechó de su magnética posición de privilegio. El confiado simétrico ha de acabar por igualar demasiado todo lo que el mundo nos ofrece, ha de acabar por decir algo así como: "si hubiera sabido que la verdad era esto".

sábado, mayo 19, 2007

Pequeña y fingida paradoja de la bicicleta

La mediana familiaridad con las cosas provoca que nuestros éxitos o aciertos, casuales, a favor de nuestras agudas percepción y memoria de la rareza estadística, nos sorprendan. No esperábamos la casual demostración de habilidad con apariencia de demostración de habilidad con que dejamos admirada a la concurrencia y que a nosotros mismos nos deja con alma de póker.
Por su lado, el haber nacido para algo tiene dos variantes. Una, la conocida, la que justifica la expresión y que corresponde a casos en que el haber nacido se ha acompañado durante años, del estudio, el cultivo, la práctica. Otra, la perdida, la sospechada quizá, la entrevista, la de la dolosa o inocentemente perdida ocasión para una maestría dura de conseguir pero laudable siempre.
Y es que nuestras habilidades hablan con el lenguaje peculiar de la capacidad de enseñar y la capacidad de aprender, que es un lenguaje peculiar que se pone mal por escrito (Aprenda a andar en bicicleta en diez lecciones 1).
Y se ven dobladas por la apariencia y el espectáculo. Pero nos ilusionamos de vez en cuando con alguna propensión impensada o, más curiosamente, con un pasado falso pero que nos atribuiríamos ante los aplausos de la concurrencia.

1. Recuerde el lector las disquisiciones natatorias de la novela de Eco La isla del día de antes, L'isola del giorno prima en el idioma anterior.

viernes, mayo 18, 2007

Dos notas

1. Descubrir en Sarkozy algo así como el verdadero reformador, el que enseñará qué es la izquierda a la izquierda y la democracia a los patanes, es un síntoma de degeneración intelectual al que acompañan la pereza y, según los casos, alguna sinecura. El mecanismo es similar al que se dijo a propósito de los grandes relatos: un columpio retórico que ha entrado en resonancia sin que eso impida que la imagen se congele en uno de los extremos: Como izquierdistas, progres y estadomulgantes han dicho lo que han dicho de Sarkozy, éste no sólo debe tener razón, sino que ha de ser también el anverso luminoso de los mismos.
A estas alturas, no se puede esperar nada de las izquierdas, pero está injustificado conceder por ello alguna beligerancia intelectual a los denunciadores columpiantes de su inoperancia y falsedad, que se atreven con sus denuncias en virtud tan sólo de su misteriosa y pretendida posición superior, que hacen meritos con sus palinodias y panegíricos al corso de los acontecimientos, una afición tan leninista, si neo-con, tan progre, tan en nómina, y que tanto depende de la propia, profunda y osada ignorancia

2. Afear los llamados ataques personales cuando la verdad de la acusación, más o menos insinuada o subrayada, se da por supuesta o por indiscutible. Es decir, al mantener la llamada vida privada fuera del debate del modo en que se hace, se convierte una historieta de vocación trivial en evidencia innegable, así aceptada por todos y que no deja de apuntarse, sin palabras, mientras se dice que se la está expulsando de la palestra, de los floridos argumentarios, de la deontología, ¿o era la odontología?

El relato de que todo es relato

De las pálidas verdades se sospecha que no dejan, con tan sólo un ligero rascado, residuo de verdad alguno. Como las pálidas verdades toman color por totalización en su variante metafísica, la denuncia, algo que trasnochada -no por su ausencia, sino por su ubicuidad creciente, que ya es oxímoron- , de “gran relato” cobra cuerpo en boca y pluma de los que se ganan el sustento con el hilvanado de palabras y otros sofismas.
Así pues, como las cosas están difíciles y hay que hacer todo sencillo, es mejor disolver todo el grumo de pálida verdad en la vasija etiquetada del mito: que nada quede, sólo está el saber del intelectual que denuncia la ciencia ajena.
Esto tiene su lado gremial: su gremio (escritores, filósofos según dicen, etc.) tiene las claves de todo y sólo ellos tienen la verdad de su pirronismo siempre paradójico, por decir lo menos. En buena consecuencia, el resto de los mortales no pueden esgrimir verdad alguna, salvo la verdad práctica y eclipsada de que son ellos los que están manteniendo aquella nube de parásitos.

jueves, mayo 17, 2007

De sus lecturas

De sus lecturas, que desordenadas, dio en convertirse en una de las figuras que había venido a creer que sobresalían por su excelencia intelectual, su sabiduría o vaya uno a saber qué virtud solitaria. Aclaro que lo hizo sin ser plenamente consciente de estar tomando una resolución; por lo cual, puede bien decirse que no la tomó, sino que la resolución le tomó a él, consideración que nos llevaría por uno de esos caminos que son la fuerza de las divagaciones.
Huelga decir que aquella sabias figuras eran vanas representaciones, que ni tuvieron su época ni su minuto. El relato no concluye, no ha concluido, y su final se ha de sustituir por hipótesis nunca definitivas que dejaremos al lector, más industrioso si no les dedica su tiempo que si lo hace arrastrado por esta nimia lectura.
Se acompaña también el relato de un corolario: si todo libro es inexacto, si toda interpretación es insegura, toda lectura es peligrosa pues nos pinta el mundo al que salimos por la mañana como si fuera otro, el que de ninguna manera.

miércoles, mayo 16, 2007

Guerra de columnas

El avance de las columnas y su amenaza o su promesa. Las columnas como reliquia colonial en alguna guerra europea del siglo XX; el alucinado prestigio de la columna Durruti frente a las columnas de Mola. Flechas en un mapa que comprimía la dimensión temporal en la carta y sus colores. A la escala de continentes y grupos de ejército o de pueblos; a la escala de comarcas que tenientes puntean a paso de gasolinera. O flechas virtuales que jalonaban delirios arruinados.
Entre esos factores de prestigio de la columna no despreciaríamos del todo, a la altura de nuestra Guerra Civil, la memoria que pudiera habernos llegado de los frentes de la Primera Guerra Mundial. Las columnas, además de la épica exótica, de la estética móvil, de la aventura del movimiento, parecerían contradecir la crueldad inmóvil de la guerra de trincheras.
Esa guerra moderna de las posiciones excavadas era ya antigua, como se demostraría al poco en Polonia y otra vez en la Francia de la primavera de 1940.
Frente a ella aparecería la columna como metáfora de la velocidad (raudas las columnas motorizadas, pero no hay trincheras motorizadas), del auxilio, de la libertad de movimientos.
Que todo esto sea metáfora y que las columnas motorizadas de Guderian y Rommel tuvieran poco o nada que ver con las alpargatas cunctatorias de los de Durruti no impide que ambas contradijeran una versión fuertemente asentada y hacía pocas décadas de los horrores de la guerra. Era también la libertad como separación o alejamiento de los seis pies de tierra reglamentarios, o cinco si se era bajito.

martes, mayo 15, 2007

Jugada de estrategia

En el fútbol, la estrategia es algo así como la táctica de la artillería. La que se llama táctica es la estrategia, aunque puede ser también que la estrategia sea lo de fuera del terreno de juego, la tarea del entrenador en cuanto que rebasa sus funciones, la tarea del presidente, etc.
Pero en otros terrenos la táctica se contrapone a la estrategia por el claro acotamiento categorial de aquélla. Todo es estrategia, pero táctica sólo es la disposición y uso de las fuerzas en el campo de batalla.
De ahí que, en el fútbol o balompié, el campo, el terreno de juego, por todo lo dicho, sea mera ilusión.
Mañana: Guerra de columnas.

lunes, mayo 14, 2007

De viento desarmados

El viento es arquitecto más tenaz y duradero de lo que puede suponerse, porque el mismo viento es la obra: véase la arquitectura de un ciclón que, si acaba por disolverse, es sólo por la inaplicabilidad de las escalas humanas, excesivas o insignificantes.
El viento acumula productos vegetales en los ángulos triedros y en otras rinconeras, que de los dos modos debe y puede evitarse el decirlo.
El viento es también arquitecto por eliminación de material sólido y, fantásticamente, es autor de arquitecturas en movimiento como las dunas que parecen, cuando aisladas, el vientre fértil de un insecto.
Los teatros del viento los vemos en un contrapicado al final del cual nos aparece un actor de raza contra un cielo azul pálido; el viento es un teatro que pinta días de realidades fugaces y de sólidos que se nos escapan.
El viento no es apolíneo ni dionisíaco. El viento es el espacio hecho flechas innúmeras y discontinuas que se aúnan sólo para herirnos.

domingo, mayo 13, 2007

La soledad del mediocre corredor de fondo

Bajo la lluvia, por la pista que recorren impertinentes los vehículos todoterreno, el corredor se ha decidido a un sprint liberador. La euforia, que es rara, de la lluvia. Pero estas aceleraciones son fugaces en las cuestas arriba. La liberación se vive con cierta estrechez que afecta al pecho y a las vías respiratorias.
Como ya no llueve y está escarmentado, el corredor desciende poco a poco por una pendiente suave y quizá resbaladiza. Se cruza con algunos paseantes que han aguardado bajo la oportuna tejavana al final del chaparrón. Es la primavera, pensarán todos ellos. El corredor lo pensará con su cerebro de corredor, pensando a furiosos resoplidos, como un intelectual orgánico en sus momentos de triunfo.

sábado, mayo 12, 2007

Lución

¿Y qué decir del lución, al que no le esperan metamorfosis ni más paradoja que su condición ápoda y terrestre? Hemos visto uno aplastado en la carretera, de pasada, y hemos vuelto sobre nuestros pasos, cuesta arriba y al final del resuello.
¿Era un lución? No sabría decirlo, bidimensional y geométrico en el asfalto. Por la mañana, no lejos, vi lo que quedaba de un sapo que ya me había llamado la atención unos días antes. El sapo es el sapo, pero el lución es uno de esos animales de condición disfrazada, de quiebro en la taxonomía. El lución bidimensional incorpora o nos recuerda la dimensión del tiempo y los divertículos (aunque quién sabe) del arbusto de la vida. El arbusto de la vida, que es una madreselva que agota un jardín pentagonal y hermético, que expulsa a los pacientes vecinos, que se consume a sí misma, que no es nada en el arbusto de la vida.

viernes, mayo 11, 2007

Calandrias, ruiseñores, pájaros que de lejos parecen como pájaros

La niña ve un mirlo (vemos que ve un mirlo) y dice:
- Mira, un cuervo.
Todos los mirlos se convertirán en cuervos a fecha ya fijada. Por eso cuando vemos un mirlo sabemos que es verdad que será cuervo. Porque no ha llegado esa fecha y todavía es cuervo. Los petirrojos que, sin duda, veremos cumplido ese día corroborarán también, porque no se hicieron ni cuervos ni grajas, la verdad de nuestro aserto.
Por lo que se refiere a los mirlos de ese día, serán con toda seguridad gorriones disfrazados. Y lo excesivo de su pico fingido les delatará.

Infamia

"Conmigo no van los nombres de las grandes ciudades, creo en las personas. Creo en las personas y siento comunicarles que, aunque el contrato está perfecto, no se firmará hasta después de las elecciones".

Tras estas palabras pronunciadas en público por don Bernardo Charles Ecclestone, a quien no hará falta presentar -como no hará falta recordar el contexto ni explicar el sentido preciso de las mismas-, don Francisco Enrique Camps Ortiz declaró que daba:

"Gracias a Bernie Ecclestone por la confianza y el cariño que me ha mostrado todos estos años, por decir estas cosas tan preciosas, como es vincular el gran premio de F-1 a que yo continúe siendo presidente de la Generalitat."

Material que registramos para una cada vez más necesaria Historia universal de los políticos autonómicos.

jueves, mayo 10, 2007

Que el trabajo nos encuentre inspirados

A lo Whistler. Una experiencia que no se niega a nadie. Resolvemos una tarea en media hora al precio de haber rumiado inconscientemente el asunto durante semanas, de haberlo diferido o de haber resuelto muchos otros y heterogéneos asuntos. Y de haberlos resuelto a lo largo de los años.
A lo Poincaré, según se cuenta, complementando el arduo trabajo con el trabajo inconsciente que ha engrasado una vida de esfuerzos.
Todo ello, modestamente, si nos lo hemos currado. Si no, la lotería. Es ésta una ontología del pasado. El sujeto puede lo que acumuló y se multiplicó en su pasado. Aupado sobre los propios hombros, como un Münchhausen contorsionista.

miércoles, mayo 09, 2007

La oposición inverosímil

De una bolsa con bolas blancas y negras se extrae bola tras bola. Se extraen con reemplazamiento, creo que se dice, de tal manera que la probabilidad de extraer una bola blanca sea siempre la consabida p y la de obtener una negra q = 1-p.
Imaginemos que a nosotros, ignorantes del color de la bola, alguien nos dice, después de cada extracción, "blanco" o nos dice "negro" . Si suponemos que la probabilidad condicional de que se nos diga "blanco" cuando la bola es blanca es apreciable, y si suponemos lo mismo para la bola negra y la palabra "negro", podremos hacer lo que mejor nos parezca, pero parece razonable considerar que la información que se nos comunica es significativa, que es útil, que algo nos dice.
No podríamos decir lo mismo si, a sabiendas de que debiéramos esperar una proporción p estimable de bolas blancas, nuestro informante nos repitiese miles, miles, millones de veces, "negro", "negro", "negro". Una de dos: o p =0 o p("negro"/bola negra) =1 y p("negro"/bola blanca") = 0 siendo p >0, que creo que se dice así.
En romance, o pensamos que todas las bolas son negras o que nuestro informante es algo peor que un mentiroso. El asunto tiene una explotación psicológica, tal vez relacionada con nuestras pobres intuiciones en materias probabilísticas, a saber: que lo vemos claro en una situación como la recién delimitada, pero no cuando las probabilidades son "intermedias" y lo son tanto las de los decires (los efectos de la jerga bayesiana clásica) como las bolas (las causas).
Y parece que el asunto también nos enseña algo sobre las ideologías y la labor propagandística. En concreto, no necesitaremos un enorme esfuerzo de abstracción para imaginar una sociedad política en que muchísimos individuos consideren que de un lado sólo se pueden esperar bolas negras, así que celebrarán que del otro lado sólo se oiga el cántico de "negro, negro, negro". Y es que la responsabilidad de la crítica es cambiar de mensaje de vez en cuando, aunque sólo sea porque hay algunos individuos que no responden al perfil anterior. Nótese también que el error simétrico, y abundante, es el de, tras diagnosticar como mentiroso al heraldo de los "negros, negros, negros", suponer que todas las bolas del saco son blancas.

martes, mayo 08, 2007

El tren

El tren, esa metáfora del espaciotiempo o del tiempo sólo. El tren por el que caminamos arriba y abajo, adelante y atrás, mientras incansable recubre su preestablecida línea.
Los trenes que se cruzan con la rara furia de un fenómeno cósmico, pero encauzado por unos carriles aun más fuertes que sus explosiones y sus memorias de vapor y fuego.
Otros tiempos que son como trenes circulares, que se han mordido la cola y siguen girando aunque no se encuentra ya nada más fuera. Aunque no haya fuera.

¡Rayos!

Sergio Ramírez nos dice hoy con distancia de quién proceden las ridículas ideas cuya difusión indiferente nos escandalizaba ayer. Nótese que las nuevas teorías son siempre antiguas, como los anzuelos y entrarles.

lunes, mayo 07, 2007

A las siete en punto de la tarde

Como no suelo leer su bitácora, no sé si Sergio Ramírez bromea sobre la pseudociencia New Age y otras tonterías igualmente antiguas o si se las toma en serio. El lector puede entretenerse rastreando Internet en busca de las fuentes de la memez con que hoy solaza al lector y cuyo descubrimiento ya relató en una entrega anterior.
Lo de rastrear las lecturas de Ramírez sobre la Resonancia de Schumann lo hemos hecho esta mañana con no malos resultados. Es patente que no ha leído artículos serios y accesibles sobre un asunto bien conocido y más bien se ha ocupado de cosas similares a ésta. Notemos, con todo, que los saltos lógicos han de justificarse de algún modo, incluso cuando sólo se parodia o se cita con el más irónico de los propósitos. Lo que no sé, ya lo decía al principio, si es el caso.

domingo, mayo 06, 2007

Al fin, el Sol

Se abren las nubes y comienza a brillar el agua que, milesia, está por todas partes. El Sol habrá de despertar a las setas que estallarán en su urbanismo exponencial y apto para metáforas de nimio fuste. Que promoverán conversaciones que no son las de los pescadores, sino las de los buscadores de tesoros minerales.
Pisotearemos la hierba para que haya barro. Pero donde la hierba es más alta andaremos despacio por si se encuentra allí alguna sorpresa gastronómica o, como decimos, urbanística: zafiros para la sartén con ajo.
Por el monte nos dicen que se esconden los lobos, esos señoritos. A los papeles se asoman pastores airados de subvención y contrasubvención. Se ofrecen mastines en las páginas de anuncios por palabras. Se busca un mastín con sus buenos piercings y otros complementos. Nos retiramos monte abajo con la prisa continua del domingo por la tarde. (En estos domingos por la tarde en que suena no tan quedo el piano secular de los noticieros deportivos). Spleen de los domingos campestres; para comer nos han ofrecido asadurilla. Llevamos unos días cerrando círculos como navegantes entre circunloquios.

sábado, mayo 05, 2007

Sueño cinematográfico

La lluvia en el cine ha ido cambiando de significado y de intención, sobre todo de esto último y suponiendo que lo primero nombre algo. Porque si nombramos significados, ¿cómo iba “significado” a nombrar algo?
Sin embargo, aun siendo cierto que alguna mutación se ha producido (cuya dilucidación debe dejarse a los espíritus más filosóficos), el sentido constante de la lluvia ha sido siempre, creo yo, el del interior. La lluvia es siempre un interior. En el cine, los personajes están en la lluvia, dentro de la lluvia. Ya pensemos en Gene Kelly o en Andy García.
Vinieron las lluvias y el mundo de las lluvias es cerrado como una colonia en un satelita de Júpiter: Y con toda la carga de la paradoja ligera ya dejó entrever Louis Bromfield que el exterior, ya fuera rodeado de la más elemental arquitectura, era el de “la hora en que el aire detenía su curso, un aire impregnado de la pesada esencia desprendida por el estiércol de vaca y la madera ardiendo”.
En fin, que en el cine salimos al interior absoluto para mojarnos, para acabar calados hasta los huesos. Blanqueados como los huesos. De la vaca, del cementerio de elefantes, de su autopista. O mojados en el interior del fuego de la selva de las hormigas, que es otra lluvia minuciosa.

viernes, mayo 04, 2007

The Right Stuff, the Eight of Them

Ha muerto Walter Marty Schirra. Durante unos años, este nombre era una sombra extraña en mi memoria. En estrecha paronomasia con el del elegido para la gloria, se me había cruzado el nombre -alguna lectura mediante- de un destacado en la infamia, Baldur Benedikt von Schirach (1) y, sin embargo, el nombre me seguía sonando a astronauta. Y me sigue gustando que así me sonase en años tardíoskylab porque eso tienen que ver con la percepción de la extrañeza onomástica (Schirra entre Glenn, Carpenter, Cooper, etc.), extrañeza incluso dentro de los extraños nombres del cine y el telefilm, y percepción existente a edades muy tempranas.
Schirra fue astronauta mercurial, geminal o gemíneo y apolíneo. Su nombre se me quedó bailando hasta que, quizá por alguna lectura o por algún programa televisivo, se me reordenó la memoria de aquellos años que vieron el nacimiento del destino más triste de un héroe: Piloto del módulo de mando ante sus josués. Y Wally Schirra ocupó su lugar en una epopeya jalonada de muertes terribles (que no se detuvieron), en una epopeya global (2) en que, más o menos, todos volamos a la Luna, jugamos entre las estrellas y tuvimos nuestras buenas noches.

(1) "Cuando oigo hablar de cultura, saco mi revólver": atribuida a Goering y por gremio tantas veces a Goebbels, la frase parece que se debe a la retórica biliar de este individuo.
(2) Si no absolutamente global, sí que incluyó a casi todo el mundo: fue penimundial.

jueves, mayo 03, 2007

Bombarnac

Ahora que Anagrama ha publicado la obra de Tom Reiss sobre Nussimbaum, que tal vez nació en Bakú y que Rostropovich, que nació en Bakú, acaba de morir, consultamos la Wikipedia para examinar la conspicua nómina de personajes nacidos en esa ciudad del viento y el oro negro.
Manifestamos habernos interesado con anterioridad por Kasparov, Sorge, Landau y Lofti. Hemos de decir, aprovechando la ocasión, que sólo teníamos una difusa conciencia de que los tres últimos eran naturales de la ciudad hyrcania (esto es, del Caspio). Observemos también la tendencia peculiar de esta breve relación hacia lo mal definido o ambiguo: Nussimbaum, Sorge y, theoretically speaking, Lofti. Como no hemos incluido a Althshuller más arriba no diremos nada a nadie sobre los contornos imprecisos de su teoría (theoretically speaking), sistema TRIZ o lo que sea.
En cuanto a Landau, habrá que mencionar que los números naturales se le quedaban pequeños a la hora de establecer un rango de los grandes físicos y no le hacía ascos a las categorías decimales, véase la wiki. Y que no fue decimado por poco; vuélvase a la wiki.

miércoles, mayo 02, 2007

Sarkozy

No estoy oyendo a Sarkozy, que en la mayoría de los mundos posibles sería un simple botarate. Por lo que deducimos que el mundo que habitamos pertenece a un raro subconjunto de medida cero que el índice de Dios ha señalado singularmente para nuestra perplejidad, conclusión que a Leibniz le produciría unas calenturas hannoverianas.
Pero corrijo mi juicio a la vista de la definición académica de botarate ("Hombre alborotado y de poco juicio"), pues el juicio de Sarkozy es suficiente si consideramos algo así como la mónada Sarkozy y, desde luego, no tengo mayor interés en negarle juicio o prendas a este hombre. Lo que sucedería con Sarko es más bien que apela a la disminución o eclipse total del juicio de los demás, lo que no se sabe muy bien si es virtud de sabio gobernante o de más sabio todavía demagogo, figura ésta ciertamente admisible salvo en el caso de efusiones sentimentales programadas: "Tout au long de cette campagne je suis allé à la rencontre des Français avec mon histoire, avec ce que j’ai appris de la vie, avec mes souvenirs, avec mes émotions. J’y suis allé avec en moi toute la volonté de changer les choses. J’y suis allé avec mes rêves de jeunesse qui ne m’ont jamais quitté. J’y suis allé avec ma longue expérience politique qui m’a tout appris. J’y suis allé avec tout ce que l’exercice du pouvoir m’a fait découvrir, avec toute la douleur à laquelle il m’a été donné d’être confronté." O como diría alguno Jardin du mois de mai, où êtes-vous ce soir?

martes, mayo 01, 2007

Miren, pasen y vean

Parece ser que el Gobierno Vasco ha aprovechado la ocasión del aniversario del bombardeo de Guernica para instar al Gobierno Español a que pida perdón por el mismo, pues no estaría de más que pidiera "perdón por todos los crímenes cometidos en nombre de España". Las entrecomilladas se citan como palabras pronunciadas por Azkarate, locutora o portavoz del primero de los gobiernillos antedichos.
Como era de esperar, los comentarios -que no han faltado, como también era de esperar- han acusado de mala fe a la misma y a sus portavoceados. Pero la mala fe suele requerir de algún disfraz estratégico que supera los saduceísmos de tercera división con que se reta al Gobierno de la memoria histórica.
Porque lo cierto es que estas que para muchos son simples provocaciones pregonan bastante a las claras cuál es la lógica del nacionalismo fraccionario continuo, incesante en su murga. Y esta lógica parte del axioma de que ellos no son España ni parte de España, lo cual no importa demasiado, y después se asienta sobre el borrado o la reinterpretación de cualesquiera hechos, siempre a favor de un relato que calificaríamos de anti-paranoico: pues lo que hace es construir o simplemente manifestar una y otra vez un relato delirante, pero extraordinariamente simple, sin arabescos o complejidades, un relato que es pura negación de la historia, de la historia que ha sucedido y, por así decir, de la capacidad de suceder, de ser real, de la historia.
Así, los argumentos que se han podido leer contra semejante petición o, como decimos, provocación del Gobierno Vasco están condenados a que nos parezcan a algunos muy bien y a que a los nacionalistas les resbalen, les resbalen hasta la opacidad absoluta. Y si se permiten el lujo de que les resbalen, será porque han elegido otro campo de batalla para que arreglemos nuestros, como se dice, desencuentros.