Incluimos aquí un poema de Martínez Glass que no carece de todo mérito. En la entrevista que citábamos ayer, el autor, interrogado al respecto, decía de él lo siguiente:
-Sí, una poética. Me la pidió el editor AMG para no recuerdo qué cosa. Lo cierto es que yo no quería decir nada en particular, ni menos lo que parece decir el poema. Pero ahora que lo ha recordado usted, me parece bastante bien lo que dice. Incluso, yo añadiría que lo mismo se ha de aplicar en todos los campos de la vida. Por ejemplo, en el sexo: Ama a las mujeres de los otros. Cuando seas otro, cásate y ama a tu mujer. Pero ahora que lo pienso, ¿qué estará haciendo mi mujer? Porque no me salen las cuentas. Creo que tengo que interrumpir esta entrevista.
Y éste es el poema:
POÉTICA
Escribe los poemas de los otros.
Después, sigue escribiendo los poemas de bronce de los otros.
Más tarde, vuelve e inscribe los signos de los poemas de los otros.
Cambia de papel y de tinta, pero sigue escribiendo los poemas de los otros.
En la piedra graba los poemas de los otros.
Y aun más años, y más aun, insiste en los poemas azules de los otros.
Que el vuelo azul de los poemas de los otros se pose en el papel que
tú has comprado.
Que tu tinta y tu escritorio, último fruto de un salario,
se dediquen a los poemas de los otros(1).
Se vaya a tomar por culo, como si nada,
la casa de tu padre,
O incluso las cosas verdaderamente importantes,
Sigue escribiendo los poemas, aunque sean malos,
De los otros.
Pierdas las noches,
Pasen los tiempos y los hombres todos.
Escribe, en fin, los poemas de los otros.
Cuando seas otro, entonces escribe, estarás escribiendo, tus poemas,
Lo que para el caso…
(1) Descubra Sete sombrío / el breve lapso que a tus días / les fuera concedido, / aun en la orilla escribe / los tan largos poemas de los otros.
-Sí, una poética. Me la pidió el editor AMG para no recuerdo qué cosa. Lo cierto es que yo no quería decir nada en particular, ni menos lo que parece decir el poema. Pero ahora que lo ha recordado usted, me parece bastante bien lo que dice. Incluso, yo añadiría que lo mismo se ha de aplicar en todos los campos de la vida. Por ejemplo, en el sexo: Ama a las mujeres de los otros. Cuando seas otro, cásate y ama a tu mujer. Pero ahora que lo pienso, ¿qué estará haciendo mi mujer? Porque no me salen las cuentas. Creo que tengo que interrumpir esta entrevista.
Y éste es el poema:
POÉTICA
Escribe los poemas de los otros.
Después, sigue escribiendo los poemas de bronce de los otros.
Más tarde, vuelve e inscribe los signos de los poemas de los otros.
Cambia de papel y de tinta, pero sigue escribiendo los poemas de los otros.
En la piedra graba los poemas de los otros.
Y aun más años, y más aun, insiste en los poemas azules de los otros.
Que el vuelo azul de los poemas de los otros se pose en el papel que
tú has comprado.
Que tu tinta y tu escritorio, último fruto de un salario,
se dediquen a los poemas de los otros(1).
Se vaya a tomar por culo, como si nada,
la casa de tu padre,
O incluso las cosas verdaderamente importantes,
Sigue escribiendo los poemas, aunque sean malos,
De los otros.
Pierdas las noches,
Pasen los tiempos y los hombres todos.
Escribe, en fin, los poemas de los otros.
Cuando seas otro, entonces escribe, estarás escribiendo, tus poemas,
Lo que para el caso…
(1) Descubra Sete sombrío / el breve lapso que a tus días / les fuera concedido, / aun en la orilla escribe / los tan largos poemas de los otros.
1 comentario:
Algo parece seguro: eso no lo podría haber escrito ningún otro.
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