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viernes, mayo 19, 2006

Parodiadores de sí mismos

Ferlosio escribe del borrador del estatuto de Andalucía y elogia a Arcadi Espada, que ya habló de ello. El autor de El jarama hoy en El país; el de Contra Catalunya: una crónica, creo que el día dos pasado en El mundo, ambos artículos en la era del acceso de pago en Internet. Leído el párrafo preambular que aquél se propone analizar, la primera reacción del lector puede bien ser crítica: "Así se las ponían a reales jugadores de billar que usaban paletó". Y es que el párrafo es nada menos que esto que sigue:

Andalucía ha compilado un rico acervo cultural por la confluencia de una multiplicidad de pueblos y de civilizaciones, dando sobrado ejemplo de mestizaje humano a través de los siglos. La interculturalidad de prácticas, hábitos y modos de vida se ha expresado a lo largo del tiempo sobre una unidad de fondo que acrisola una pluralidad histórica, y se manifiesta en un patrimonio cultural tangible e intangible, dinámico y cambiante, popular y culto, único entre las culturas del mundo.

Naturalmente, los análisis o comentarios tienen entidad por sí mismos y así se han de juzgar, por lo cual la un tanto festiva reacción apuntada se queda en ella misma y ha de entenderse como un gesto, entre sarcástico y desesperado (1), ante las pulidas correcciones y las ideas melladas de estos tiempos.
Lo interesante aquí -y el lector comprobará que seguimos un motivo apuntado ayer- es que el estribo fácil acaba por ser paradójicamente difícil. Corolario de la festiva reacción es el pensar que un párrafo y un, dígase, pensamiento, como el transcrito no son distinguibles de lo que razonablemente sería una parodia. Pero si el párrafo y el preámbulo no son paródicos, su parodia forzada debería acelerarse por el camino cuesta abajo de la hipérbole desatada.
Debemos a escritores como los citados y a otros, el esfuerzo de recorrer otros caminos más trabajosos y más fructíferos. Lo que nos parece innegable es que quien denuncia lo absurdo, lo falso, o lo ridículo de un lenguaje no llegue a verlo como lo que es: un límite en el que un lenguaje y un, maldígase, pensamiento, se identifica con su propia parodia.
(1) De un profesor de autoescuela que en la España de los cincuenta o los sesenta intentaba explicar qué era un vehículo, Agustín Sánchez Vidal decía que echaba, "entre retórico y desesperado", mano de las argucias didácticas de emergencia que hacían al caso. Si la memoria no nos falla.

4 comentarios:

marideliwes dijo...

Acrisolados todos, pero, sinceramente, creo que la pregunta del "¿tú estudias o trabajas?" es más de "otros tiempos", con toda la simplicidad histórica que eso conlleve, por supuesto, de toda nuestra simplicidad histórica.

Quien ha estado hace poco en una discoteca?

marideliwes dijo...

Javier, ¿no te sentiste alguna vez anciano con 20 años? Yo sí. O sea, no vale. Pero tendría que revisar mi código, tienes razón, porque lo que yo quiero decir, cuando os leo, cuando leo a Pedro cada día (por cierto, Pedro, menuda currada que te pegas cada día) y cuando busco los comentarios de sus amigos, es que nunca se agradecerá bastante la poesía y la prosa (la buena prosa) en la red. Me voy a soltar. Es el mundo que tenemos, no creo nada, agradezco el esfuerzo de los poetas (y de los otros) por llegar a los demás. La vida sin poesía sigue siendo un rollo y pienso tantas veces en mi jubilación que esto también me lo debería de mirar.

Y lo de la chica gordita es precioso, puro antídoto contra la anorexia y la falta de autoestima de muchas adolescentes. Gorditas y flaquitas. Llegar a ellas sería estupendo, casi una obligación. O un instinto de supervivencia, si se prefiere. Casi, casi, como el pensamiento.

Le vamos a dejar al maestro el “bloc” hecho un asco :-)

Ah!, me llamo delia. marideliwes es uno de mis personajes. mis neuras.

marideliwes dijo...

Joé, pues como se despliegue más... cuidadlo :-)

pdro dijo...

¿Verdadero despliegue por llegar? Joooder, con las raíces que lleva le va a cundir de cojones.

A veces creo que PS son. Es broma, toque lo que toque lleva su toque, roque o enroque. Yo tampoco sé cómo lo hace, pero, siga, siga.