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sábado, septiembre 17, 2022

Dietario laboral: hiedra

La hiedra defiende sus territorios en el reino de la mitología  y el simbolismo profesionales, pero fue Miguel Delibes quien hizo comprender a la España de la segunda residencia sus peligros y su significado verdadero, ya fuera en su caso otra la especie vegetal considerada y vanamente podada.

Es la hiedra emblema de la sorpresa en el crecimiento, que es también ruina y gasto, mayor ruina y gasto que ventaja y orden, como es sabido por todos los lectores de literatura divulgativa de quiosco.



magnus ab integro saeclorum nascitur ordo


Por mi parte, hoy he visto un lución en la zona más húmeda bajo la tapia, una serpiente frágil que no es una serpiente y que no espera tu mano descuidada bajo la hierba, como el cadáver no espera a los pájaros que no sentirá. Arriba, al sol, los abejorros visitan y se entusiasman en las explosivas flores de la hiedra, que busca la techumbre y acomete eupalina extrañas perforaciones que dejan su inevitable acúmulo de polvo, de revoque perdido para siempre o hasta después de la próxima ecpirosis.

Con todo, es de temer que la hiedra se acomode a las extrañas demarcaciones de allá donde y cuando lo que se siga moviendo, se mueva tan lentamente como el reposo, y que allí y en ese dilatado entonces se muestre indiferente a los transtornos consiguientes al fin de ciclo cósmico. Y si no, al tiempo.

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