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martes, septiembre 27, 2022

Dietario laboral: divulgación

Esa forma excelente de halagar a los espíritus de pan llevar, al tiempo que hábilmente escamotea la realidad de lo divulgado, al tiempo que crea un culto llamado a triunfar, porque todo lo confunde en un sincretismo con cretinos.

La divulgación, en que incurrimos de dos maneras, a modo del sufragio activo y del sufragio pasivo -que para eso estamos en una democracia-, asistiendo boquiabiertos al gabinete de maravillas que se nos ofrece, o añadiendo algún grano de arena a la pila que se derrumba eternamente sobre sí misma.

La divulgación con su filosofía espontánea, que se antoja objetiva, impuesta a quienes la cultivan desde la maquinaria misma de su empresa, empresa que hoy adelanta que es una barbaridad. En tudesco: Die völlige Umänderung, welche die philosophische Denkweise seit etwa fünf und zwanzig Jahren unter uns erlitten, der höhere Standpunkt, den das Selbstbewußtseyn des Geistes in dieser Zeitperiode über sich erreicht hat, hat bisher noch wenig Einfluß auf die Gestalt die Form des gesunden Menschenverstandes gehabt. (1)



Corporibus caecis igitur natura gerit res

(propterea actiones eius secreto observabat)

((passer mortuus est))


La divulgación, cada vez más metafísica, nos recuerda a esos procesos en que algo se lleva a un límite que se reconoce como absurdo y, al tiempo, inescapablemente atractivo. Sepamos todos todo, mira que es muy sencillo, y sepamos que ese todo habita bajo el mismo techo. Es decir, simplifiquemos para lograr la proeza que los enciclopedistas ni olieron, la que a Neurath le robó tiempo, que a Haskell, en fin, a Haskell. Volvamos a la divulgación.

La divulgación y su aire de anáfora de la ciencia, de la ciencia, de la ciencia, que solo hay una, proclama y que se ve, salvo honrosas excepciones, llamada a reclamar que todo es uno y a ti ni te he encontrado, ni te voy a encontrar. ¿Cómo ha de ser esto, si unificaciones las hay y las habrá en plural? ¿Cómo ha de ser esto uno si necesita unificarse? La gran cadena del ser. ¡Vivan las cadenas!

La divulgación, en fin, que consiste en seguir sin saber nada, pero mintiéndonos.


(1) El lector apreciará que esto no es del todo el comienzo de la Ciencia de la lógica.

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