Remitimos al lector al artículo de la antropóloga o profesora de antropología Ángeles Ramírez. Ladillo digital e impreso:
Muchas occidentales no pueden admitir que hay musulmanas que llevan velo porque quieren.
O sea, que nosotros justificamos cualquier cosa sobre todo porque es una "decisión libre del individuo". Esperemos el día en que tal sintagma nos suene a lo que es, no a una contradicción sino sobre todo a un sinsentido.
Pero si un antropólogo cultural habla de las decisiones libres de los individuos se está segando la hierba bajo los pies académicos, por lo que no sería de extrañar que se cubriera, y más bien cerca, de algún modo, pues a la antropología, en lo que hace al debate político, los tiros le suelen por la culata cuando argumenta desde el cálculo de costes y beneficios de cada individuo. Señala Ángeles Ramírez:
Pero bueno sería considerar, por ejemplo, que muchas mujeres arabo-musulmanas eligen llevar el velo como forma de militancia, o para optimizar los escasos recursos que poseen y así poder optar a cierto prestigio, o a un mejor matrimonio, o como medio de movilidad social, o porque creen en Dios.
Sugiramos: para evitar graves males para ellas en cuanto individuos no sabemos si libres, pero obviamente sujetos a represalias. No parece que elijan o puedan elegir escaparse de su país, cultura, familia, barrio o lo que sea. De las coordenadas donde se plantean su cálculos de costes y beneficios y que parecen tomarse como inamovibles. De todas maneras, todo buen antropólogo, ya que estudia a los hombres como si fueran insectos o como si fueran tebeos, acaba apuntádose al misterio, quiero decir, a la utilidad de las utilidades que diría Blaise Pascal pasado por Francis Ysidro Edgeworth: "porque creen en Dios". No pasa nada, somos libres.
Muchas occidentales no pueden admitir que hay musulmanas que llevan velo porque quieren.
O sea, que nosotros justificamos cualquier cosa sobre todo porque es una "decisión libre del individuo". Esperemos el día en que tal sintagma nos suene a lo que es, no a una contradicción sino sobre todo a un sinsentido.
Pero si un antropólogo cultural habla de las decisiones libres de los individuos se está segando la hierba bajo los pies académicos, por lo que no sería de extrañar que se cubriera, y más bien cerca, de algún modo, pues a la antropología, en lo que hace al debate político, los tiros le suelen por la culata cuando argumenta desde el cálculo de costes y beneficios de cada individuo. Señala Ángeles Ramírez:
Pero bueno sería considerar, por ejemplo, que muchas mujeres arabo-musulmanas eligen llevar el velo como forma de militancia, o para optimizar los escasos recursos que poseen y así poder optar a cierto prestigio, o a un mejor matrimonio, o como medio de movilidad social, o porque creen en Dios.
Sugiramos: para evitar graves males para ellas en cuanto individuos no sabemos si libres, pero obviamente sujetos a represalias. No parece que elijan o puedan elegir escaparse de su país, cultura, familia, barrio o lo que sea. De las coordenadas donde se plantean su cálculos de costes y beneficios y que parecen tomarse como inamovibles. De todas maneras, todo buen antropólogo, ya que estudia a los hombres como si fueran insectos o como si fueran tebeos, acaba apuntádose al misterio, quiero decir, a la utilidad de las utilidades que diría Blaise Pascal pasado por Francis Ysidro Edgeworth: "porque creen en Dios". No pasa nada, somos libres.
1 comentario:
No entiendo lo de que los antropologos estudien los hombres como si fueran tebeos
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