Juan José Tamayo, teólogo, ilustra a sus lectores (" ¿El Dios del islam, contrario a la racionalidad? ") desde las páginas centrales de El Correo. Voy a molestar al lector con mi personal capricho; hablaré de mí; deje aquí el lector, si hasta aquí ha llegado la lectura de este envío.
Y es que me fijo simplemente en que nos recuerda Tamayo el dictum agustiniano: "Si comprendes, no es Dios", dictum que nos recuerda a Niels Bohr y lo que se le atribuye ("And anyone who thinks they can talk about quantum theory without feeling dizzy hasn't yet understood the first thing about it." o "If quantum mechanics hasn't profoundly shocked you, you haven't understood it yet.": para estas citas véase la wikipedia). Un irracionalista a quien la lectura de Kierkegaard no le sentó tan bien como a Faemino y Cansado, pero en fin, qué se le va a hacer. Note el lector que el argumento es homólogo, homotópico y homodrómico que el del africano. Y de hecho, lo que Bohr echaba en cara al Einstein de "Gott würfelt nicht" era nada menos que "Don't you think caution is needed when using ordinary language to ascribe attributes to God?", pero no lo decía a la Russell (1), aspirando a un lenguaje formal, sino que quería decir que el lenguaje tenía que ser el de un místico o el del Dreiser. En cualquier caso, irracionalismo redomado.
Dejo esta cuestión. Tamayo nos dice que:
Lo que no podemos los teólogos cristianos occidentales es someter al Dios del islam a nuestras categorías de racionalidad. La racionalidad ni es exclusiva del 'logos' griego, ni se agota en él, como tampoco se deja apresar en y por la razón moderna. Imponer el 'logos' greco-cristiano al islam de hoy, como pretenden amplios sectores intelectuales occidentales, es una muestra más de imperialismo ideológico y cultural, filosófico y teológico, amén de un reduccionismo intelectualista de la fe.
Un bocadillo, que empieza con los teólogos y acaba con la fe. En medio se nos dice que la razón no nos sirve y es más o menos como el Presidente Bush, pero la razón que tenemos nosotros es la razón que tenemos nosotros. No se puede hacer pasar la sinrazón por una razón más universal, sea esto lo que sea. Personalmente (ya avisé que personalmente), yo diría que si pienso que puedo tener una discrepancia mayor con Tamayo, es que entonces no he entendido a Tamayo.
(1) Es cierto también que hay teólogos analíticos, que gustan de inscripciones como "p-->q" y cosas así. Su existencia es un problema que ha de plantearse la teodicea.
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