El día 1 de enero pertenece al año anterior. Puede dudarse de la ubicación del 31 de diciembre. Puede éste ser un día proyectado hacia adelante, hacia el siguiente período contable, queremos decir; pero es todavía su año. La resaca y otras variedades de la inexistencia, en cambio, convierten a la quirúrgica festividad de hoy en una bruma austrohúngara y nordalpina.
Corrijamos. El año anterior era un signo para un limbo cronológico inexplicable, uno de los días fuera de todo calendario. O el instante eterno antes del salto al vacío, por no hablar de las buenas intenciones, de los píos deseos, de la vida nueva o de todos los círculos del infierno.
Corrijamos. El año anterior era un signo para un limbo cronológico inexplicable, uno de los días fuera de todo calendario. O el instante eterno antes del salto al vacío, por no hablar de las buenas intenciones, de los píos deseos, de la vida nueva o de todos los círculos del infierno.
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