En nuestro repaso del software de composición poética, llegamos hoy a una herramienta que organiza cualquier texto en versos y estrofas de manera regular. Se trata de MetricalTanzai y, como se verá, es realmente sencilla y muy fácil de usar. Se integra sin mayores problemas con otras aplicaciones que ya hemos repasado en este blog y también con varios procesadores y editores de texto. Aunque maneja varios formatos de archivo, presenta el problema de no ser totalmente compatible con los estándares de anotación habituales.
Básicamente, MetricalTanzai hace dos cosas: pone un texto digamos informe (aunque siempre es mejor que el texto de partida presente alguna mínima regularidad, como es la del verso libre) en la forma métrica y estrófica deseada y además, para ello, lo comprime o lo alarga (aunque esto último generalmente de manera repetitiva e insatisfactoria) al objeto de que principio y final del mismo coincidan con los de la estrofa requerida.
Nosotros hemos partido de un poema que solicitamos al poeta riojano (de La Rioja argentina; agradecemos la sugerencia a Alfonso Martínez Galilea, buen conocedor de su obra) Pablo Azadón, poema que esperábamos diera buenos resultados. Basta con indicar el path completo del archivo que contiene el texto del poema que se ha de transformar y en el menú Options seleccionar la estrofa deseada de entre un conjunto de estrofas predefinidas. Naturalmente, el programa ha de trabajar con la ayuda de los corpora, thesauri, etc. habituales. Este es el poema original de Azadón:
Y despertar del sueño de mi vida
Reunido al fin con el principio aquel
De un también quizá soñado día auténtico
Que el azar de mi sueño fije ahora o luego
En su juego de memoria soñada sólo.
Despertar del sueño de mi vida
Negar mi vida y borrarla
Borrar de paso tanto bueno
(como diría un compositor de los sesenta)
Y borrar un laberinto que no entiendo
Borrar el recuerdo de este sueño
De años adultos e impacientes
Borrar este poema que el sueño engendra
Y que el sueño entregará al gris olvido.
Requerida la forma del soneto, el ordenador lo ha transformado en lo que sigue:
Nosotros hemos partido de un poema que solicitamos al poeta riojano (de La Rioja argentina; agradecemos la sugerencia a Alfonso Martínez Galilea, buen conocedor de su obra) Pablo Azadón, poema que esperábamos diera buenos resultados. Basta con indicar el path completo del archivo que contiene el texto del poema que se ha de transformar y en el menú Options seleccionar la estrofa deseada de entre un conjunto de estrofas predefinidas. Naturalmente, el programa ha de trabajar con la ayuda de los corpora, thesauri, etc. habituales. Este es el poema original de Azadón:
Y despertar del sueño de mi vida
Reunido al fin con el principio aquel
De un también quizá soñado día auténtico
Que el azar de mi sueño fije ahora o luego
En su juego de memoria soñada sólo.
Despertar del sueño de mi vida
Negar mi vida y borrarla
Borrar de paso tanto bueno
(como diría un compositor de los sesenta)
Y borrar un laberinto que no entiendo
Borrar el recuerdo de este sueño
De años adultos e impacientes
Borrar este poema que el sueño engendra
Y que el sueño entregará al gris olvido.
Requerida la forma del soneto, el ordenador lo ha transformado en lo que sigue:
Y despertar del sueño de mi vida
Reunido al fin con el principio aquél
De un brillante y soñado día auténtico
Que el azar del sueño nos pintó entero
En su juego de memoria soñada
Sólo. Cerrar del sueño de mi vida,
Negar mi vida y bajo el sol borrarla.
Borrar de paso tanto que fue bueno
(que diría durmiente algún incauto) y
Borrar un laberinto que no entiendo.
Y borrar el recuerdo de este sueño,
De estos años adultos e incapaces
El poema borrar que el sueño engendra
Y que sueño al olvido, manso, entrega.
El lector notará que no ha sido prácticamente necesario resumir en este caso, pero sí en los ejemplos que siguen. Con la opción haiku, hemos obtenido:
Reunido al fin con el principio aquél
De un brillante y soñado día auténtico
Que el azar del sueño nos pintó entero
En su juego de memoria soñada
Sólo. Cerrar del sueño de mi vida,
Negar mi vida y bajo el sol borrarla.
Borrar de paso tanto que fue bueno
(que diría durmiente algún incauto) y
Borrar un laberinto que no entiendo.
Y borrar el recuerdo de este sueño,
De estos años adultos e incapaces
El poema borrar que el sueño engendra
Y que sueño al olvido, manso, entrega.
El lector notará que no ha sido prácticamente necesario resumir en este caso, pero sí en los ejemplos que siguen. Con la opción haiku, hemos obtenido:
Sueño de vida
Debido dormir poco
Alondra y gallo
Y como décima:
Es el sueño de la vida
Un sueño muy puñetero
De amor salud y dinero
Pobreza desdén y SIDA.
Mientras con risa fornida
el gañán más excelente
A todo le clava el diente,
En tocando a su querida
Prefiere mejor la amnesia
O acompañarla a la iglesia.
Incluso como seguidilla:
Qué es el jodido sueño
Qué coño pasa
Que me despierto siempre
Mano en la masa.
También es posible definir otras formas estróficas (1). Nosotros hicimos la prueba con la, en ocasiones, llamada estrofa alcaica:
Despierto de la vida y de mi sueño,
Entiendo aunque no pronto el laberinto
Tan blanco, claro y tinto
De la casa de empeño.
Los resultados no son malos del todo, aunque MetricalTanzai ha optado (¡?) por dos endecasílabos con acentos en 2ª y 6ª un tanto demasiado homogéneos. Juzgue cada uno qué es más cierto, si los versos o la teoría.
(1) Es muy fácil escribir en el lenguaje tatter.lng las instrucciones para una estrofa precisa. Existe una versión sencilla del tatter.lng en que para la estrofa alcaica basta con introducir la siguiente expresión. “init11a11b7b7aexit". En un dialecto más completo pueden introducirse símbolos más precisos para las variantes silábicas y acentuales del endecasílabo y de las estrofas. El avezado lector comprenderá que, en general, se trata de expresiones regulares pues un lenguaje regular, ergo, un autómata de estados finitos, basta para precisar cada forma métrica y estrófica. Bastará con que las sílabas estén marcadas en el lexicón con el que trabaja MetricalTanzai.
1 comentario:
Monumental, señor; permítaseme.
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