De la conveniencia de practicar el noble arte del futbolín en algunas ocasiones I
No pudiendo
ir al bar en pijama y amar
y morir
junto al Guadalquivir
fue a inventar
la
máquina futbolín
(Prosigue el auténtico misterio Shelley Sacristán)
De la conveniencia de practicar el noble arte del futbolín en algunas ocasiones II, o de cómo los autobuses de la Continental traen poetas a su pueblo el 22 de junio
San Paulino. Nieve en La Mesa.
Llegarán de Urbión
las blancas manchas a San Pedro.
En la magna estancia
del otro lado del Espejo
sube, Lorenzo brilla,
al alto Urbión
donde nace el Duero.
Perdón, un poco más al Oeste
pinta de tres tu mapa
colores y la paridera cuatro
a manderecha viniendo
claro está el astro claro
del nornornornornornoroeste
se aburre una campista
color, claro está, indefinido
que da a la vaguada
catadura de recreativos.
Continental Garray elude
de otro valle Julián agarra
en Espejo pierde Richard Rorty
su billete (un billet pour être assis)
en la finca los mancos
a la derecha va el barranco
¿Va al barranco la derecha
en tan tristes endechas?
lo que provoca
que a Arguijo en un soneto se la sude
como por sublime que también empieza por su
una gran energía sudacional,
esto es, La Póveda está triste,
qué tendrá cuando él Nieva.
Por la sudacionalización de la petanca
Almarza a cada lado y allá,
al final el título pongo
como el sombrero,
en africano, hongo.
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