Los etiquetados. Los que tienen un nodo diferente a todos los demás. Aquéllos de los que harán tablas para que se luzcan karatekas que parecen iraníes. También mujeres con karategi y la cabeza tocada. Karatekas provinciales de cuando los tatamis eran hisopados por el obispo –nuevo Francisco Javier– el día de su inauguración. Árboles que se amalgaman, árboles que juntos vuelan por el cielo. Uccellacci e uccellini.
Árboles que son genealogías y árboles que son hipótesis o son metáforas. Árboles que enumeró Arturo Cayley de Cambridge (¿o era de Richmond?). Árboles a los que trepó un simio longevo. Árboles que dibuja cabeza abajo un profesor en la pizarra. Árboles que son sustituidos por paréntesis y esconden su frondosidad en los segmentos del gusano.
Árboles hasta los cojones. Parásitos, semiparásitos epifitos epifanios y saprofitos de los árboles vocacionales que despliegan intrincadas frases de lenguas muertas y se reflejan en espejos haustorios (sorry for this one). Lianas gongorinas.
Raíces de geotropismo negativo y aún más contradictorias, zanahorias y rizomas que algunos dicen que son un cambio radical de paradigma: Logos esporádico y no logos espermático. Células cambiales. Pilorriza, términos hundidos en la tierra. Árboles que son listas y hombres mono que se balancean en los paréntesis. Estolones de los que tira el niño y abre el suelo en una operación militar muy comprometida. Questo è la discoglionazione. Canopía de sintagmas iluminados.
Árboles que son genealogías y árboles que son hipótesis o son metáforas. Árboles que enumeró Arturo Cayley de Cambridge (¿o era de Richmond?). Árboles a los que trepó un simio longevo. Árboles que dibuja cabeza abajo un profesor en la pizarra. Árboles que son sustituidos por paréntesis y esconden su frondosidad en los segmentos del gusano.
Árboles hasta los cojones. Parásitos, semiparásitos epifitos epifanios y saprofitos de los árboles vocacionales que despliegan intrincadas frases de lenguas muertas y se reflejan en espejos haustorios (sorry for this one). Lianas gongorinas.
Raíces de geotropismo negativo y aún más contradictorias, zanahorias y rizomas que algunos dicen que son un cambio radical de paradigma: Logos esporádico y no logos espermático. Células cambiales. Pilorriza, términos hundidos en la tierra. Árboles que son listas y hombres mono que se balancean en los paréntesis. Estolones de los que tira el niño y abre el suelo en una operación militar muy comprometida. Questo è la discoglionazione. Canopía de sintagmas iluminados.
4 comentarios:
Y el árbol del lenguaje, maestro, que hasta soñado esperamos que todo lo contenga, aun aquello que siempre se erosiona y se le escapa.
Grandes árboles, y pequeños: como uñas o conchas una y otra vez hundiéndose en la arena.
¡Árboles de la noche!
¡Árboles apenas sin comentarios!
¡Árbol solitario y luminoso perdido en una red!
Os andáis por las ramas, I think.
El primer usuario anónimo ama las ramas de los árboles y la arborificación entera en su entereza y no piensa que la sentencia "andarse por las ramas" sea carne de Inquisición (exagero, pero por ahí vamos...).
Viva la arborificación de Santana y la metáfora completa.
Hay alguna razón por la que no os pongáis nombre?. Por seguirnos un poco, digo, porque como se ramifique mucho esto...
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