Luis viene pero Jon, que ha venido, se va. Hoy el reino del aire acondicionado nos ha mantenido en un invernal país de lilas muertas, de bulbos de momento baldíos. Gustavo y Jon hablan de lo que saben y hablan y responden a los periodistas bajo la ley de un péndulo oratorio cuya elongación máxima alcanza las regiones del entusiasmo y simétricamente las del tedio.
Apertura oficial, una conversación como teatro leído en que los actores miran al frente como autómatas bien sentados. Yo soy el turco que fuma y que juega al ajedrez. Anoche Javier no salía del laberinto bicolor y sus gnoseologías inestables. Jon hablaba de piezas. Otros suspirábamos en nuestros reinos de peones sin bastón de mariscal en la mochila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario