Los comentaristas políticos de la derecha han aprovechado la iniciativa de Gordon Brown de convocar a sus homólogos alemán, francés e italiano en funciones (o dimitido o en volandas, que no sabemos) para afear la supuesta inepcia de Zapatero, al que no invitan a tan prestigiosos saraos. Como es sabido, tal es el trabajo de aquéllos, para el cual no se requiere mayores dotes intelectuales ni mayor habilidad que la de saber para donde apunta el fonógrafo.
Por desgracia, no es una cuestión de los alcances de Zapatero. España está condenada a estar emparedada en casi cualquier contexto internacional y las opciones planteadas –incluida la portentosa e imaginaria “nueva Europa”– parecen hijas de un arbitrio descabalado y del sueño.
Si no, véase el último artículo de Timothy o Timoteo Garton Ash en El país, publicado el pasado domingo y que llevaba por título inspirado el de “Convertir el G-8 en el G-14”
Los seis de la fama son potencias demográficas y algunas puede que democráticas (en el artículo, el tal vez futuro Sir Tim O'Theo no se muestra nada estrecho), a saber: China, India, Brasil, México, Sudáfrica, Indonesia. Nótese, de paso, la brecha en Iberoamérica. Triste destino de las impotencias intermedias.
Por desgracia, no es una cuestión de los alcances de Zapatero. España está condenada a estar emparedada en casi cualquier contexto internacional y las opciones planteadas –incluida la portentosa e imaginaria “nueva Europa”– parecen hijas de un arbitrio descabalado y del sueño.
Si no, véase el último artículo de Timothy o Timoteo Garton Ash en El país, publicado el pasado domingo y que llevaba por título inspirado el de “Convertir el G-8 en el G-14”
Los seis de la fama son potencias demográficas y algunas puede que democráticas (en el artículo, el tal vez futuro Sir Tim O'Theo no se muestra nada estrecho), a saber: China, India, Brasil, México, Sudáfrica, Indonesia. Nótese, de paso, la brecha en Iberoamérica. Triste destino de las impotencias intermedias.
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