La vida quedó atrás
O, por mejor decir, no queda
Pues dejamos escapar
Sin haberlos aun rozado
Los frutos que soñamos
Inconscientes, con torpeza,
Con la fuerza de los sueños,
Merecidos frutos, las hazañas,
Las bien llevadas dignidades.
Ya no seremos. Ni el lamentar queda
Ni la ironía queda queda.
Sin fuerza, dejo a la mano que escriba
Estas líneas que negarse
No se niegan, ni ahora que las lees.
2 comentarios:
El poema es perfecto (casi perfecto, por no exagerar), pero anímicamente es un desastre. A mi no me incluyas en esto :-)
Extracto de El Mar, el mar de Iris Murdoch:
"Así es, indudablemente, como debería terminar el relato, con las focas y las estrellas, explicación, resignación, reconocimiento, todo recogido en una significación superior radiante y ambigua, en la calma de la mente, agotadas todas las pasiones. Sin embargo, a diferencia del arte, la vida tiene una irritante manera de seguir adelante a tropezones, cojeando, desvirtuando conversaciones, arrojando dudas sobre las soluciones y, en general, dando ejemplo de la imposibilidad de seguir llevando por siempre jamás una vida feliz o virtuosa... Después sentí también que podía aprovechar esta oportunidad para atar algunos cabos sueltos aunque por supuesto jamás puede uno atar los cabos sueltos, porque siempre está dejando otros nuevos. El tiempo, como el mar, desata todos los nudos. Los juicios sobre las personas no son jamás decisivos; surgen de resúmenes que inmediatamente hacen pensar en la necesidad de una reconsideración. Los arreglos humanos no son otra cosa que cabos sueltos y cálculos nebulosos, independientemente de cualquier cosa que para consolarnos pueda fingir al arte".
Publicar un comentario