Aunque lo primero vamos a decir es estrictamente histórico conviene aclarar que su vida era relativamente ordenada. Entonces. No hablaremos mal de aquellos años. El lector verá que nos reservamos para el día de hoy. Simplemente, durante un período de tiempo más bien breve se relacionó (y nadie supo de qué modo) con mujeres algo mayores que él. Conviene expresarlo de este modo porque no se trató de prostitución ni mucho menos, lo que no impidió que nos lo tomásemos a la chacota verde. Si un día le sugerimos un futuro honrado como gigoló, nos replicó:
- En realidad, soy una blank check company. Quizá si lo pongo en plural, lo son mis amigas, que hacen de mí lo que quieren que quiera que haga.
Se dejó llevar por metáforas de este tipo, que parecieron apoderarse de su lengua y luego de todas sus vísceras. Un mal como otro cualquiera. Fáciles de traducir y con problemas en los plurales: hombres de paja vs. hombre de pajas; inversión genitiva con invariancia semántica: gobierno marioneta o marioneta de gobierno, y un etcétera etéreo, que debe de haberlo, pero no se nos ocurren más ejemplos. Esos de las metáforas (bull market, vulture fund, onychophore velvet) fueron sus años de interregno. Comprobaremos en un momento que ha sustituido las metáforas por el arte de la cita. Habremos de imaginarle antiguas verbenas o una discoteca heredada de su padre.
Arrastrado y arrasado, ahora es un estratega económico de café, su sólida fundamentación es una magra cartera de acciones y su metodología el ocio que le aporta una correduría de seguros inmóvil. Los últimos movimientos de la oligarquía (je!) le han devuelto a una juventud militante y sus argumentos parecen oscilar según el viento de cada mañana.
- Lo que me decíais. Ahora sí que soy un puto sin un puto cliente, un editorialista mudo. Le doy a la realidad un cheque en blanco. Qué más da si se lo cobra todo.
Así le dejamos, abandonado a la metafísica o vaya a saber uno si perdido en una nostalgia profesional insoluble. Se recuerda y el espejo le traslada a otro espejo de otro bar. Canturrea frente a la copa: “Como tu cielo no hay otro cielo porque es el cielo de Veracruz.” México en España; en este caso, guapeza aguda de g(h)uapango, tierra de conejos en tierra de conejos.
- En realidad, soy una blank check company. Quizá si lo pongo en plural, lo son mis amigas, que hacen de mí lo que quieren que quiera que haga.
Se dejó llevar por metáforas de este tipo, que parecieron apoderarse de su lengua y luego de todas sus vísceras. Un mal como otro cualquiera. Fáciles de traducir y con problemas en los plurales: hombres de paja vs. hombre de pajas; inversión genitiva con invariancia semántica: gobierno marioneta o marioneta de gobierno, y un etcétera etéreo, que debe de haberlo, pero no se nos ocurren más ejemplos. Esos de las metáforas (bull market, vulture fund, onychophore velvet) fueron sus años de interregno. Comprobaremos en un momento que ha sustituido las metáforas por el arte de la cita. Habremos de imaginarle antiguas verbenas o una discoteca heredada de su padre.
Arrastrado y arrasado, ahora es un estratega económico de café, su sólida fundamentación es una magra cartera de acciones y su metodología el ocio que le aporta una correduría de seguros inmóvil. Los últimos movimientos de la oligarquía (je!) le han devuelto a una juventud militante y sus argumentos parecen oscilar según el viento de cada mañana.
- Lo que me decíais. Ahora sí que soy un puto sin un puto cliente, un editorialista mudo. Le doy a la realidad un cheque en blanco. Qué más da si se lo cobra todo.
Así le dejamos, abandonado a la metafísica o vaya a saber uno si perdido en una nostalgia profesional insoluble. Se recuerda y el espejo le traslada a otro espejo de otro bar. Canturrea frente a la copa: “Como tu cielo no hay otro cielo porque es el cielo de Veracruz.” México en España; en este caso, guapeza aguda de g(h)uapango, tierra de conejos en tierra de conejos.
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