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domingo, noviembre 06, 2022

Dietario laboral: todos los reinos de la naturaleza

Con esta sequía, dicen, las setas. Ay, las setas. Pero el paseo nos confirma que podemos ir a tomates porque hay tomateras con tomates madurando en este noviembre habrá que decir que funerario a su manera.

Humanos y perros se reparten el campo, el monte y el poblado; más abajo nadie ha oído decir eso de las viñas y su paleta de ocres, rojos y amarillos. La sequía favorece la elegancia del estilo, pero la discusión ilustrada acerca de las setas -según nos confirnan nuestros corresponsales y nuestros oídos- provoca graves destrozos taxonómicos, así hay quien llama "hongo" a una seta en concreto con excepción de todas las demás. Viva la antonomasia, que es nombrar de otra manera y un poco nombrar flores.



potentia Eius non est numerus


En una esquina, el orate del pueblo de al lado, intenta explicar a las nubes que las setas son la parte visible de un gran ser invisible al que, cuando le toca ser el protagonista del documental, se le adjudica el gobierno del mundo; cuando no sale en el documental, el mundo lo dominan otros y Fu-Manchú (傅满洲 para los amigos) sigue a la espera en sus cuarteles y con sus coletas de entretiempo.

La conversación se aproxima, en consecuencia, a la geopolítica y a sus arcanos siempre ingenuos u oxenstiernos, la plaza se convierte en un festín de Sardanápalo en sesión vermú. El librero me ofrece algún álbum del Príncipe Valiente que guarda un lejano parecido con la plaza y con el fin de la monarquía asiria. Llegan otras turbulencias que no identificamos. Repasamos la huerta de las tomateras de otoño pues es sabido que es estación triste como los leñadores y recaemos en el eterno dilema: A qué estamos. A setas o a tomates.


1 comentario:

Luis Martinez de Mingo dijo...

Te sigo. Lo firmo. A rólex vamos.