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sábado, febrero 16, 2008

Wilsoniana

Durante toda mi vida adulta y parte del extranjero he visto que la libertad política más estimada se cifra en palabras como autodeterminación o independencia aplicadas a sujetos mitológicos o que se toman del libro de folklore o de otros libros aún peores.
Lo que acaba por pasar no es lo inquietante; ni siquiera lo es dar sustancia política o tomar eso que llaman legitimidad de categorías ajenas e impertinentes. Lo peor es pensar que gracias a la liberación de las inauditas naciones habrá un día en que todos al levantar la vista … y todas esas tonterías.

8 comentarios:

marideliwes dijo...

El otro día, yendo en coche con mi hijo, me preguntó por uno de esos carteles de campaña situados en los cinturones de la ciudad. "¿Cómo se llama ese viejillo?", dijo. Se trataba de Labordeta y quise explicarle que, cuando sus padres eran muy jóvenes, ese señor era cantante. "Un cantante muy famoso" añadí, quizá por compensar lo de viejillo y todo lo demás. "¿Y que canciones cantaba?", insistió. Busqué en mi memoria y sólo aparecía el "Habrá un día en que todos..." y a medida que iba surgiendo la letra me callé porque pensé... "menuda gilipollada, seguro que no era esa la canción". Ay.

Anónimo dijo...

a mi me emocionaba, ... que ponga libertad. tampoco es malo ni pasa nada, hemos visto que hay cosas peores. que ponga libertad, (y esto sin musiquita no vale)

marideliwes dijo...

Anónimo, ¿por qué no nos das un nombre?

Anónimo dijo...

marideliwes suena igual que anonimo

marideliwes dijo...

No creas :), pero podías haber dicho algo muchísimo peor :)

Anónimo dijo...

¿Sueno igual?

marideliwes dijo...

Y ahora?

Anónimo dijo...

si