El arduo estudio nos da a conocer las diferentes tesis sobre cuándo se le va el olor al resucitado, que -antes de serlo y para mayor mérito- suele ya oler, según se precisa.
Están también las teorías sobre el olor propio del resucitado, el que sustituye al de podredumbre. Luego tenemos las noticias sobre las segundas muertes, o sobre las segundas vidas y las segundas muertes, de los resucitados.
No consta que alguno de entre ellos haya señalado que vuelve a empezar, que se trata de una segunda oportunidad, salvo en alguna narración pía que complementa a las que nos hablan de condenados que no la tuvieron. Sí constan, en cambio, las quejas de algunos, satisfechos con su nuevo estado, tanto carnal como espiritualmente hablando, y que no querían volver a probar ni las amarguras ni los dulces de este mundo.
Están también las teorías sobre el olor propio del resucitado, el que sustituye al de podredumbre. Luego tenemos las noticias sobre las segundas muertes, o sobre las segundas vidas y las segundas muertes, de los resucitados.
No consta que alguno de entre ellos haya señalado que vuelve a empezar, que se trata de una segunda oportunidad, salvo en alguna narración pía que complementa a las que nos hablan de condenados que no la tuvieron. Sí constan, en cambio, las quejas de algunos, satisfechos con su nuevo estado, tanto carnal como espiritualmente hablando, y que no querían volver a probar ni las amarguras ni los dulces de este mundo.
1 comentario:
Curioso que nadie se queje del olor...
Saludos
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