Es el de estar en misa y repicando, como los padres de la patria catalana el sábado. Es el sueño de la irresponsabilidad, que se hace real cuando todos participan de una idea sublime, esto es, ni idea ni sublime.
El otro sueño es el de la torpeza del contrincante. Y éste puede dar lugar a multitud de paradojas, particularmente a las que se derivan de minusvalorar las propias torpezas. De la combinación de ambas sale, a veces, la retórica y el tono de algunos diputados nacionales de CiU, quienes gustan de explicar a los demás cómo hay que hacer las cosas. Como si quisieran hacer las mismas cosas que los otros.
El otro sueño es el de la torpeza del contrincante. Y éste puede dar lugar a multitud de paradojas, particularmente a las que se derivan de minusvalorar las propias torpezas. De la combinación de ambas sale, a veces, la retórica y el tono de algunos diputados nacionales de CiU, quienes gustan de explicar a los demás cómo hay que hacer las cosas. Como si quisieran hacer las mismas cosas que los otros.
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