Enorgullécese el Gobierno de La Rioja de sus resultados diferenciales en el informe Pisa. Enorgullécense más los funcionarios que los examinados, cuyos alardes -de haberlos habido- no conocemos. Parejos funcionarios callan de momento acerca de las encuestas que sitúan a las mujeres de La Rioja entre las más insatisfechas -o menos satisfechas, el adverbio se da por sobreentendido- de España.
Cierto es que un examen se hace y una encuesta se contesta, pero ¿de qué sirve ganar una desviación típica a la derecha si se pierde una y media a la izquierda?
Cierto es que un examen se hace y una encuesta se contesta, pero ¿de qué sirve ganar una desviación típica a la derecha si se pierde una y media a la izquierda?
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