El millón de monos llamados a escribir Shakespeare completo (por decirlo de esa estúpida manera: "escribir Shakespeare", etc.) o a escribir, al menos, Hamlet o algo así, todos esos monos están escribiendo un blog que se escapa del azar indisimulable a través de los mecanismos habituales. Al puro azar le sustituye la selección o la restricción que aparenta la razón, y la razón se corresponde con el determinismo que se reserva su imperio, que como imperio ha de ser creciente.
Azar indisimulable es una contradicción en los términos. Podemos simular el azar, pero no podemos pensar en un azar no acotado, que todo lo abarque. Al decir "azar indisimulable" nos referimos a una parcela que nos parece puro azar y donde podemos quedar encerrados.
Anselmo Hahn, La suerte de Azarías, Alfatara Editorial, 2007.
Azar indisimulable es una contradicción en los términos. Podemos simular el azar, pero no podemos pensar en un azar no acotado, que todo lo abarque. Al decir "azar indisimulable" nos referimos a una parcela que nos parece puro azar y donde podemos quedar encerrados.
Anselmo Hahn, La suerte de Azarías, Alfatara Editorial, 2007.
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