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miércoles, noviembre 28, 2007

Terapias

A las dolencias tenues les corresponden terapias insustanciales. Ahora bien, esa misma insustancialidad hace que la terapia triunfante sea azarosa y gratuita, esto es, que la eventual terapia del azar supere a las muy costosas que son de pago. Concluiremos que nulas son las pretensiones de los terapeutas.
Así, como los objetos del verbo "curar" se han dilatado hasta abarcar sutiles variedades de no se sabe qué, las técnicas del sanador se han multiplicado en la conocida suerte de las muy barrocas supersticiones que reunen simulacro de método y locura. Te puede matar una guitarra y te puedes hacer un hombre en un programa de televisión. Mientras tanto y por si acaso, alegrémonos de vivir en los achaques.

1 comentario:

marideliwes dijo...

Aquí, como en todo, las habrá de mentirijilla o insustanciales y las habrá más necesarias y eficaces. Dependerá del azar de cada uno y del tiempo transcurrido en el achaque. Y de la sensibilidad con la que cada uno pueda soportarlos. Y de tantas cosas que no nos va a quedar una fórmula sencilla aplicable en caso de necesidad.

Vamos, que depende y va a ser que no lo he pillado :-)