Los rasgos que se extienden como la pólvora y son fuente de reconocimiento y de auto-reconocimiento. Recordamos las gorras de plato inclinadas, quizá una señal adolescente y boba de rebeldía dentro de las obligadas estructuras jerárquicas y contra un sistema de signos que la fantasía pretendía abolir. La autonomía como rasgo de la inclinación se prueba cuando el tocado es otro:
Frente a esos rasgos tangibles, otros rasgos. De un lado y de otro, resistencias invencibles que el trabajo lejano de la épica agrandará y engrandecerá.
También está la resistencia frente al rasgo mismo, una suerte de revelación de la impostura fundante, pero tal vez inocente. del ser humano y de sus reuniones, recordatorio de un fenómeno demasiado humano, la común alegría ante las empresas sangrientas que una justicia abstracta vendrá a justificar (por si acaso la ambición o el desenfreno asesino son visitados por un transitorio momento de debilidad, and so he goes to heaven).
Frente a esos rasgos tangibles, otros rasgos. De un lado y de otro, resistencias invencibles que el trabajo lejano de la épica agrandará y engrandecerá.
También está la resistencia frente al rasgo mismo, una suerte de revelación de la impostura fundante, pero tal vez inocente. del ser humano y de sus reuniones, recordatorio de un fenómeno demasiado humano, la común alegría ante las empresas sangrientas que una justicia abstracta vendrá a justificar (por si acaso la ambición o el desenfreno asesino son visitados por un transitorio momento de debilidad, and so he goes to heaven).
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