Visitamos al señor Google y le pedimos que nos busque, sin más especificaciones, la cadena de caracteres "Iker". Once de los veinte primeros enlaces ofrecidos se refieren a Iker Casillas. De esos mismos veinte, cinco nos conducen a cuatro individuos de los que no hablaremos aquí. Los cuatro que nos quedan para completar los veinte se dedican al señor Iker Jiménez. Uno, que el señor Google en su sabiduría algorítmica coloca el primero, parece ser la página propia de Jiménez, Iker. Otro corresponde a la emisora televisiva que ha incluido las deposiciones de éste en su programación. Los dos enlaces restantes nos llevan a bien conocidos blogs escépticos.
Molestamos de nuevo al señor Google y probamos con "Jiménez". El podio lo ocupan la Fundación JR, la medalla de plata es para la empresa Autobuses Jiménez y, en tercer lugar, nos encontramos otra vez con nuestro Iker. No está mal.
Sólo nos queda ahora visitar al señor Jiménez y preguntarle por el señor Google. En realidad, la visita al Sr. Jiménez puede producir un desaliento paralizador al neófito. Me costó preguntarle por Google, pero eso no es demérito que deba cargarse en su debe; va a cargo de mi propia incapacidad, la que además me hizo finalmente preguntarle por otra cosa. Afortunadamente, el azar me concedió una pista segura en el enlace que llevaba a una entrevista realizada a nuestro anfitrión por un voluntarioso periodista y que concluía de la manera que transcribo:
Tras la monición ( "Procura sumar bien"), pregunta el periodista:
"¿Cuantos libros publicados?"
Responde Don Iker: "Ocho."
Continúa el periodista, introduciendo la famosa distinción entre título y ejemplar: "¿Cuantos libros vendidos (en total)?"
La progresión ya anuncia la futura explosión: "No lo sé con exactitud. Cerca de cuatrocientos mil. Incluyendo las colecciones que he coordinado, unos ochocientos mil."
Cambiemos de medio: "¿Cuantas horas de radio?"
Un paso atrás para impulsarnos mejor: "Más de tres mil."
"¿Cuantos oyentes?"
Tranquilos, que volvemos a las cifras buenas; no olvidemos por otra parte que tres mil horas son muchos segundos: "Hasta ahora, antes de la nueva edición de los sábados, setecientos mil."
Concluyamos: "¿Cuantos proyectos en marcha?"
Misterios gloriosos: "Infinitos. Siempre."
A quien se encuentre apesadumbrado por las apabullantes cifras que esgrime el señor Google (1.170.000 "resultados" para "Iker"), estas respuestas le colocarán delante de una vastedad sin límites. En efecto, los números de google (los dichos para Iker; 1.310.000.000, para "USA", desde luego aproximadamente) son tirando a grandes, pero apuntemos que estas cifras se mueven mucho más abajo (o mucho más aquí, más cerca de nuestras dos manos y nuestros diez dedos, aproximadamente diríamos o en general) que el googol, ese número tan tremendo que sólo exige un uno y cien ceros para escribirse; dos unos y tres ceros si tenemos superíndices. En fin, tanto y tanto más abajo del llamado googolplex, que es diez elevado a un googol (aquí ya necesitamos un 1 y un googol de ceros; hágase cuentas el industrioso lector acerca de los recursos que necesitaría para escribir ese número a lo bruto).
Pero dejémonos de pequeñeces, ocho letras es infinito y eso ya es más serio. Optimismo derramado para la eternidad. Creemos al señor Jiménez. Lo único que nos desconsuela un poco es cómo se parecen sus proyectos entre sí y a los seguramente también infinitos de algunos otros curiosos irrelevantes. Minucias. Quién nos dice que no nos sorprenderá con el proyecto googolpléximo. Esperamos ansiosos. 12:35
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