De Travers, B., Viejos apuntes de infancia y mocedad (Old drafts of childhood and youth), trad. de A. Ycoma, Valladolid, Ediciones Fanerógamas, 1987. Copiamos la nota número 56, de curioso título:
Was es gibt (summer edition)
En Sobre el origen de las formas gramaticales y sobre su influencia en el desarrollo de las ideas, Wilhelm von Humboldt, argumentado a favor de la primacía original de la aglutinación frente a la flexión presenta unos dígase hechos de la lengua mbaya (no piense mal el hablante de swahili):
Porque las características de estos dos tiempos bajo su forma completa, que todavía es frecuente, son quide y quine; pierden el qui, y las sílabas de y ne, delante de otras vocales, pierden su vocal final. Quide significa tarde, en el futuro; de donde co-quide [quidi, de fiarnos de los o las Gesammelte Schriften que editase Leitzmann] (co, de noco, día), la noche. Quine es una partícula que significa y también [Quine ist eine Partikel, die und auch bedeutet].
Quinidina, quae parum a quinina differt
En la edición citada, nosotros nos lo hemos ahorrado todo, se distingue el tipo del texto normal del utilizado para las palabras o segmentos en otras lenguas y ambos del que sirve para dar las equivalencias de estas y estos en alemán.
A este respecto es curioso que y también, declaradamente cercano a los métodos del estructuralismo americano, hubiera días que no pareciera percatarse de que la traducción no es solo cuestión de conducta, sino de la coherencia entre los diversos troceamientos de cadenas verbales con algún segmento en común.
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