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miércoles, agosto 31, 2022

Dietario laboral: las reuniones

También son las reuniones heraldos de setiembre, decimos en verso al concluir una de las que abren, ahora lo diremos como si hablásemos de otra cosa, la temporada.

Salimos de la reunión y me cruzo con alguien al que recordamos hace unos días. Entonces, conjeturamos que hubiese muerto. Así, el encuentro o tropiezo es una verdadera reunión, pero no sabemos si de dos vivos o de si otras dos especies en su combinatoria fácilmente tabulable.

O no tan fácilmente. Paul Celan se reunió con Martin Heidegger un lunes y un martes de verano y quizá no sea tan fácil deducir cómo se distribuyeron los papeles, o siquiera si tal cosa era posible.

La cosa, una reunión, hay qué ver y hay que ver. Este verano, en una reunión alguien llevó la etimología del inglés “thing” hacia la versión de este Martin que parece hablar más del arrejuntamiento de trastos que del de individuos, y hablaba de “thing”, pero podría haberlo hecho de “Ding”. El argumento le funcionaba igual. A Martin es muy cierto que no se refería, que es otro alejandrino si acentuamos o no a la española.

En esa reunión tal vez nos reunimos cuatro cosas, The Fantastic Four monotónicos, acogidos a nuestra propia ley de Grimm y a nuestra cuaternidad, a nuestra cuadratura. Yo no me llamo Geviert. Y el poeta, que decía que no podía evitar reunirse donde se reúne la reunión. Qué más quisiéramos todos y que todos estos absurdos consten en acta.

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