Hay dedicaciones con una vocación cíclica que sobrepasa sin necesidad de photo finish y sin esfuerzo la marca viaria de lo ridículo, pues el tiempo es como los objetos susceptibles de ser enrollados. O mejor, como las ruedas, que están llamadas a recorrer caminos que empiezan en un lugar y acaban en otro. O eso creemos y la rueda nos hace entonces sospechar algún quiebro de cuidado nel mezzo del cammin, que dice la gente leída.
Los profesores dan vueltas en torno a las asignaturas, y así se producen espirales virtuosas o fatídicas que propenden a una caricatura, irreconocible ya como tal porque las asignaturas tienen como finalidad, entre otras, la de enseñar a distinguir caricaturas de retratos.
Así que todo volver a empezar es empezar a volver.
Ya lo dijo Fede: "... jeder Schmerz und jede Lust und jeder Gedanke und Seufzer und jeder Schmerz...", pero entonces nada hay detrás ni delante, y solo nos queda recorrer la rueda al revés, ese recurso literario comúnmente mal desarrollado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario